Pocas memorias encontrarás tan descarnadas y sinceras como las que el ex boxeador Mike Tyson pone en nuestras manos a través de su autobiografía, ‘Toda la verdad’. El que fuera dominador absoluto de los pesos pesados se creyó una divinidad para después descender a los infiernos. Intentó autodestruirse, pero contra todo pronóstico, aún continúa en la lucha de la vida. Por David Acosta.
A los 20 años se convirtió en el campeón mundial de los pesos pesados más joven de la historia. Mike Tyson (Nueva York, 1966), también llamado ‘Iron Mike’ o ‘El hombre más malvado del planeta’, asombraba al universo del boxeo con su fuerza bruta y sus consecutivas victorias por KO, en las que la expresión “por la vía rápida” se quedaba muy corta. El legendario preparador Cus D’Amato, que llegó a adoptarle legalmente, había obrado el milagro de convertir a un joven delincuente de los bajos fondos -arrestado una treintena de veces cuando tan sólo contaba con doce años- en el púgil más poderoso y carismático de las últimas décadas.
Marcado por una dura infancia de pobreza y crueldad en las calles del barrio neoyorquino de Brownsville, el carácter de Tyson se forjó sin figura paterna y con una madre que nunca le dio ni cariño ni un modelo de vida y comportamiento respetables.
“Sé que voy a ir al infierno porque nací en él”. Es una de las frases lapidarias que el ex boxeador pone por escrito en su aclamada autobiografía, elaborada junto al periodista Larry Sloman y de título ‘Toda la verdad’. Un crudo y sincero relato de violencia, gloria, sexo, drogas, traición, cárcel, amor y resurrección. El mismísimo Quentin Tarantino se mostraría orgulloso de firmar un guión semejante. La diferencia es que lo recogido en este libro no es fruto de la ficción…
El fracasado matrimonio con la actriz (y según Mike, calculadora cazafortunas) Robin Givens, los tres años que pasó en la cárcel por la supuesta violación de la modelo Desiree Washington -él sigue negando con rotundidad que lo hiciera-, la forma en la que dilapidó su fortuna de 300 millones de dólares, la adicción a las drogas que casi le cuesta la vida, los delirios de grandeza, la traición de Don King, la oreja mordida a Evander Holyfield, las desenfrenadas orgías, el drama de la pérdida de una hija, la mano salvadora de su actual esposa, sus monólogos en Broadway… La lectura de ‘Toda la verdad’ es como montarse en una vertiginosa montaña rusa en la que, página a página, golpe a golpe, descubrimos que Iron Mike esconde también una sensibilidad a flor de piel. Las palomas volteadoras que cuida a diario bien lo saben.
“La autobiografía de Tyson es un crudo y sincero relato de violencia, gloria, sexo, drogas, traición, cárcel, amor y resurrección”
Tras leer las memorias de Andre Agassi, puedo decir que he vuelto a disfrutar como un niño con el testimonio de una persona que día a día lucha por sobrevivir y ser mejor persona. La historia de un campeón imperfecto. Una bestia sensible.
Por @davidgenetika.